24 de febrero de 2016

Perdido en el Mar

Tu y yo perdidos en el mar,
sin ancla, ni amarras que soltar,
sin bote que nos salve de naufragar,
con velas arriadas al viento,
solo una fuerza en movimiento,
el empuje de las olas que vienen y van,
a su ritmo, su compás,
sin rumbo que fijar,
ni dirección que tomar.
Sin ocultar la piel,
aceptando caricias de la brisa,
la mirada del iris celestial,
entregados el uno al otro en exclusividad.
Sin más silueta entre mis brazos
que tu cuerpo de deseo, de pasión.
Solos tu y yo, perdidos en el mar.