28 de febrero de 2016

Cae la Noche

Se detiene la voz de mi mente
frente al cantar espontáneo de los pájaros,
ante un obsequio natural,
una sonata libre, sobre hilos de aire, en la tarde.

Una melodía para acompañar al Sol en su caída,
a través, de un rasgado manto de nubes,
de un pintoresco velo de azules, dorados y ocres,
de un hermoso cielo entre algodones.

La brisa de tibia y delgada caricia,
a cada instante más fría
en linde con las horas de la noche,
bajo un nuevo velo tejido en sombras y luces.

La mirada perdida
en la belleza singular que da paso a la oscuridad,
en los vestigios de un día que jamás volverá,
con punto y final en un atardecer espectacular.

Mientras algo en mi interior
sonríe sin lógica ante la llegada de este momento,
donde se nota mucho más la ausencia, la soledad,
cuando tu recuerdo, ocupa todo mí tiempo.

Pero es la ocasión de vernos,
de tener entre mis brazos tu cuerpo, en mis labios tus besos,
porque de la mano de la noche, llegan los sueños,
y Tu… Eres el principal que tengo.