26 de enero de 2019

Punto Ciego

Hay ideas que te atraviesan
como flechas de verdad universal,
que te alcanzan
a través del punto ciego del alma,
que delinea la raíz de tu mente
en dos líneas, una canción,
cuatro versos,
en las primeras palabras de una trilogía,
en la última voz de una novela negra,
en un pensamiento sordo que te grita,
en la cita de alguien del pasado,
en un silencio demasiado largo,
en la conversación entre dos extraños...
En el diálogo... De dos personajes...
De una improvisación de la vida...
Y te toca... El resto de la estrofa
por inercia del subconsciente
que te secuestra, medio inconsciente,
para dar sentido a todo el guión...
Para atar cabos entre lo que se lee,
se ve, se oye
con el infinito que implica...
Jugando al Amor...
A la guerra.. Al pecado...
A la soledad... A la paz... A los sueños...
En los despechos de lamentos y alcohol
entre trovadores y poetas de rincón...
En las despedidas que no se dieron
y se quedaron sin rumbo...
En los monólogos frente al espejo
de quien teme más perder que al miedo...
En las riñas que se solucionan con besos
o con más entusiasmo y tiempo...
En las escenas de encuentro y adiós...
En los sueños con sabor a destino...
Y a medias, yo me quedo la comedia
porque es obvio que tú eres la flor,
la que aporta la parte romántica...
Que sin ti mi corazón no tiene cuerda
para entender en algún sentido el Amor...