No espero... Aunque me dejo sorprender
por lo que la vida me haya reservado
que no tengo reparos. He acabado
por aceptar lo que me quiera traer...
Y seguiré en pie aunque me vuelva a caer,
que a todo terminas acostumbrado
y a levantarme, mucho, he mejorado
a fuerza de los tropiezos de ayer...
En la cuerda floja de ancha avenida
que es el mundo, repleto de sentidos,
de rumbos, de miradas al pasar...
Y me dejo sorprender... El latido...
La sonrisa... Las ganas de besar...
Con el alma puesta en sentir... La vida.