27 de agosto de 2019

¿Lo qué jamás pasó?

Hay sabores desconocidos
de lo que jamás pasó,
de aquello que no fue,
de esperar lo que no llega,
que dejan un gusto amargo,
algo desagradable y penoso,
y el paladar como una lija
reseco de besos y del elixir
de una quimérica vida...
E hiere responder al viento
(de tus labios, acuerdate)
a que sabe
querer
aquello que jamás he tenido,
o, tal vez, hiera la pregunta
cruel y gratuita
del rayo un día de tormenta...
Pero que más me da a mi
contestar con amor
y afirmar desde la experiencia
que duele, escuece, ácido,
querer
aquello que nunca se alcanza.
Aunque ya que respondo
añado que hay remedio
al sabor agrietado del querer,
porque amar
es harina de otro costal,
un dulce,
agua fina de frescor manantial.