26 de agosto de 2019

Invierno

Hay quien demanda su media naranja.
La mitad que una y complete su todo.
Y quien busca quien comparta sus ojos,
sus miras, sus hábitos, sus palabras.

Hay quien quiere ambos o no quiere nada.
Quien prefiere la sorpresa de un roto
a moldear el destino como antojo
para que cuadre el sueño y la mirada.

Porque la suerte está echada a ser uno
con uno mismo desde que nacemos
aun no sepamos quien somos nosotros.

Aun cambiemos de piel según el tiempo,
según el viento, la lluvia, los copos
del invierno que nos coge al desnudo.