¿Cómo no estar feliz?
El mundo canta a todas horas.
Durante el alba, el día, el ocaso
y en brazos de las estrellas.
Y cada estación tiene su melodía,
su sabor, su aroma,
y suena distinta
la luz del verano a la de otoño,
la brizna en invierno o primavera.
Como la voz del ave enamorado
a su fiesta matutina.
El aullido con tonalidad de plata
al ladrido silbado de la soledad.
La flauta del viento
a la orquesta sinfónica del mar...
Y todo vibra repleto de música
en sentimientos dispersos
que incluso tristes son alegres
con su inexplicable magia,
en semillas sin tiempo,
en cápsulas de eterna felicidad...
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca