29 de noviembre de 2017

Otro Camino

Sé quién soy
hoy
y quién fui ayer también,
quién podría ser
o qué nube tocar con los dedos.
Dónde mira el mundo
y las aspiraciones que vende,
las satisfacciones para egos
de sentimiento cero,
lejos de destinos
tras los caprichos del corazón,
bajo la cruz del alma
que dicta otro camino,
que decidió el rumbo a ojo
un día al Sol
cansado de esperar la noche
para despertar los sueños de la mente,
para tener culpable en el subconsciente
de los deseos incrustados a piel,
de la voz tras el telón
en el escenario donde reina la fantasía
y las ilusiones visten a color.
Donde tú y yo
tenemos tiempo para bailar esa canción,
mientras el mundo espera
en un amanecer de cristal,
en un balcón de miradas sin vistas.
Donde el imposible es un chasquido
y las distancias una vuelta de esquina.
Donde el amor es un invento
y nosotros el mecanismo del centro,
la energía que desprende un beso,
el magnetismo de la caricia,
el secreto que late y no deja de girar
dando sentido a todo el universo.