8 de noviembre de 2017

Encrucijada

No recuerdo el olor de Paris
ni el sonido del agua en Venecia
y tampoco el susurro de la marea
en orillas para respirar
con la calma acariciando mis pies.
Encerrados en algún cajón
de detalles infravalorados,
de neuronas llevadas a la guillotina.
Pero que más da
si no todo prevalece ni coincide
si el Otoño deja caer olvidos
si el Invierno es una página en blanco
en esta encrucijada de alternativas
donde el ayer sólo es ayer.
Porque el cielo está a una mirada,
aún con las estrellas secuestradas,
donde hay vidas por vivir
con la tinta fresca y tibio el papel,
con sueños armados de imaginación,
de caricias desnudas bajo el Sol,
de besos a ojos de la Luna
contigo en el punto de mi retina,
en el hueco que queda entre latidos,
para matar distancia y capricho.
Con la esperanza en una cajita
que no necesito abrir
para pensar en ti...
Para recorrer palmo a palmo tu piel
o susurrarte la voz de mi corazón.