Es a ti a quien busco
en el susurro que guardo en los labios,
en las verdades que nunca digo,
en el viento que acompaña mi viaje
aunque diga que no busco a nadie,
aunque venza una vieja costumbre,
una muletilla gastada en el tiempo
por la que pido mil perdones
al latido que grita en el corazón,
a la voz encadenada en el silencio,
al sentir que sembraste en mi pecho
pero hay susurros que salen del alma,
que desean enfrente una mirada,
un salto de locura y fe
con caída y muerte o vuelo al paraíso
pero con unos ojos por testigo
que en mi caso, pediría los tuyos
pues son el cielo que buscan mis alas,
la libertad plena a mis palabras.
12 de octubre de 2016
Susurro Guardado
