Quiero robar un instante al destino,
un descuido de sus ojos
para que no distraiga tu mirada,
para que no diga tu nombre en un rato
y yo, pueda liberar el alma,
dar rienda suelta a unas viejas palabras
que aún arden, y piden aire,
que piden ser voz en tu oído
porque están en mi pecho por ti,
porque tú las pusiste ahí
y no espero, y si quiero
pero no cederé ante el silencio,
le di mil batallas, no la guerra,
y encontraré un resquicio del reloj
aunque deba secuestrar el tiempo
o bajar a hacer un pacto al infierno
porque hay un grito en mi con tu nombre
y araña su eco entre mis latidos,
y ya no quiero arrastrar este secreto
que perdió el miedo a ser voz
pero que sólo se calmara contigo,
con quien desató en mi pecho el amor.
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca