Dame tu voz
en una calle sin Luna,
en un bar de sueños,
en un jardín de fantasías,
en una estación sin despedidas,
en un beso eterno,
en una caricia de tus labios
y calma mi alma,
mata sus suspiros,
su anhelo,
calla mi corazón
con el néctar del cielo,
con el sabor de un te quiero.
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca