sobre postales al aire
de una instantánea sin dueño
renace
independiente del tiempo
la metáfora del sueño
de flecos deshilachados
y punto imperfecto.
Y vive
sonámbula
en el recoveco,
en el hueco sin posibilidad
de la inquebrantable noche,
donde se cruza el olvido
con la sombra tras la luz
en cuerpo de palabra
bajo la túnica de la oscuridad
si ruido
ni consciencia.
Con la compañía quimérica
entre la ironía y el eufemismo
de la mano sin tacto
y comparación odiosa...