7 de julio de 2019

Sustos

Hay mañanas que despierto sin ti.
Días que no te veo.
Días que no te encuentro.
Qué no te escucho en el viento,
en mi aire, con cada respiración
cuando abro al desnudo los ojos.
Y me asusto,
por si te he olvidado,
por si has huido de mi corazón.
Desesperado.
Como el niño perdido en la sombra,
en medio del bosque negro
en noche sin Luna.
Y te busco.
Absurdo.
En el baño y detrás de la puerta.
Bajo la cama, en cajones, entre sábanas.
Tras la cortina, a través de la ventana.
En los ríos de asfalto y piedra.
En el multicolor del cielo.
En la nube temprana.
En la mirada casi dormida del Sol.
Hasta que suena a tiempo un recuerdo.
Y suspiro aliviado, salvado del susto,
al oír tu voz...