3 de julio de 2019

Ángel De Sombra

Llegué a conocer al Ángel de Sombra
bajo mi propio pellejo
sin saber de él.
Sentí propio el demonio de Alberti,
el filo amargo entre dientes
de una espada triste
que deja su vaina los días oscuros,
que reposa su ira en otros hombros
como, Amor, los tuyos...
Aunque no quiero ser como él
que acepta
los "Retornos del Ángel de Sombra",
que pierde para vencerse y aniquilarse
en un ciclo eterno de furia y calma
ciego,
"queriéndote
en medio de las lágrimas subidas
del más injusto y dulce desconsuelo".
Porque suena a pretexto,
porque "así soy" no justifica nada.
Y torpe, lento, creo que aprendo,
para en la guarida bajo mi piel
mantener cautivas sus negras alas,
su lamento,
y merecer la serena felicidad
que desea mi alma
sin volver tras un despiadado despertar
que deje cicatrices en otros ojos,
que siembre ira y no esperanza.