Significado

A veces, busco significado
al presente
y en vez de hallar una respuesta
me topo con un sinónimo
disfrazado de siguiente incógnita.
Y vuelvo a empezar de cero 
tras otro pequeño paso...
Tras otro pequeño logro
que no suelo entender
hasta que me dan perspectiva
los años...
El tiempo...
La distancia inquebrantable...
Y así veo pasar la vida,
de sinónimo en sinónimo
con imperceptibles variaciones,
paso a paso,
que son un enorme cambio
bajo el prisma de los años...
Y veo al payaso volverse cómico
de humor negro y sarcasmo,
y veo al actor de un minuto
ser protagonista y escribir su guion... 
Y veo al niño crecer a muchacho,
al muchacho en adolescente,
al adolescente en medio hombre,
al medio en entero...
A trozos, pedazos o hechos uno...
Sin notar la evolución al instante,
sin saber del examen y el aprobado
o el suspenso,
sin poner rostro al maestro
que nos alecciona entre comillas
de parte del místico universo...
Porque la vida 
no tiene un simple significado
tiene un motivo
que se averigua, sólo, paso a paso...

Idea Vilariño: Lo que siento por Ti

En Parte

Puede que esté loco.
Puede.
Puede que sea sólo
una máscara, un papel,
un disfraz para sentir.
Puede.
O un desahogo, una fuga
que achica la realidad,
que equilibra mi alma,
mi psique...
Aunque también puede
que sea yo, en parte,
en todo
un día malo, un día bueno
o un día cualquiera...
Pero sea quien sea
me aferro a ti,
loco, larvado, a la fuga,
en parte, en todo,
porque eres parte de mi...
Común denominador,
la luz de mi corazón...
Amor...

Entre Fisuras

El silencio tiene fisuras
y habla, y dice, y cuenta
en rumores del viento,
lo que el oído quiere oír...
Lo que anhela el alma...
Y yo los llamo sueños...
De fe y esperanza...
Y los acuno en mi pecho,
y les sonrío
heridos por un mundo
que no cree en ellos,
que los desahucia
del corazón
y nunca los echa en falta,
salvo en voz de la soledad,
salvo los días de lluvia
o si junto al olvido
despierta la madrugada
y acechan los fantasmas.
Y les limpio las lágrimas,
y les hago cosquillas,
y los escucho,
y hablo con ellos,
y hago eco su voz
siempre
que desde el alma hablan
entre fisuras del silencio...
A mis amigos los sueños...
De fe y esperanza...

Pequeña Diferencia

Lo diagnosticaron lobo...
De un vistazo...
Por aullar a la Luna Llena...
Por dormir fuera del rebaño...
Por ser nocturno y solitario...
Cuando de lobo solo tenía tres letras
de cuatro,
en su sitio, sí, 
correctamente puestas,
pero tres letras...
Que ser lobo es estar hambriento,
es instinto de supervivencia,
es devorar la víctima...
Y ser él, un loco
es tener un juicio disparatado
mientras sonríe frente al mundo
sin pensar en consecuencias...
Con imprudencia temeraria,
seguro,
pero sin saña ni dientes afilados. 

Hazlo

Si te hace sonreír
si te hace feliz
si te viste de colores
y te maquilla alegre
...
Hazlo
que te sienta bien...
Y contenta
el sentir de tu alma
...

Si Ves... Esperanza

Si alguna vez ves esperanza en mis ojos
siempre estuvo ahí, al acecho
pendiente de ti, soñando con nosotros...
Y mañana también estará,
y pasado,
y el otro,
y al siguiente,
y el mes que viene,
y el año próximo,
y dentro de una década,
y cuando la cana y la arruga aparezcan,
y me gustaría poder decir,
aunque ¿quién sabe tanto?,
que dentro de un siglo también,
porque a veces se escapa de mis ojos
y recorre mundo buscándote
vestida en tinta...
Sin dejarse derrotar ni vencer...
Como en mis ojos, en mi vida...
Sin retroceder en su fiel paso...
Sin desgastar su ánimo...
Con tu nombre y mi nombre en sus labios.

Busco

A veces busco, busco, busco
y no encuentro las palabras,
no encuentro la frase exacta...
A veces, solo puedo hablar
con la voz de mi mirada...
Con mis ojos frente a tus ojos,
con la sonrisa de mis labios,
con la felicidad en el rostro...

Desconozco

Desconozco la profundidad del infinito,
de la eternidad.
Desconozco su largo y ancho.
Desconozco la capacidad de su pecho...
Desconozco que puede albergar...
Pero contigo a lado...
Seguro que el todo se me queda pequeño...
Y le pido una prórroga a la eternidad...

No Sanas

Las heridas que se tocan no sanan
y en la que lleva tu nombre
traspasé la piel y urgué en el alma...

A Una Carta

Tú ya sabes de contradicciones.
Del peso del sí
si hay un no al otro lado
de la balanza.
De cómo baila el sentimiento
dentro del pecho.
De cómo desequilibra el alma...
Así que dame latidos no razones
ni motivos
para que la báscula marque cariño...
Para que se incline
a favor o en contra de sumar...
Para que mi voz juegue a una carta:
la carta de sí, quererte...
O la de amarte sin punto final...

No Puedo Entregarme

No es mi corazón ni mi alma
lo que te entrego.
No es mi cuerpo... Ni mi piel...
Ni mis huesos...
Ni tampoco mis sueños
o el hilo del subconsciente...
Como no son besos o caricias...
Un baile o una conversación...
Ni mi destino... Mi mañana...
O las horas tuyas
en mi cabeza de madrugada...
Sino todo eso y algo más...
Sin entregarte nada de nada...
Porque ya no me pertenecen...
Te pertenecen
mi piel, mis huesos, mi mente,
mi corazón, mi alma...
Y puedo repetirme
pero no volver a sentir mio
ni entregarte dos veces
aquello que es tuyo
aunque lo devuelvas... Amor...
Que saben solos regresar a ti...
Que conocen el camino de vuelta
por más que el mundo gire
y tú te muevas...

Copias

Si me falta algo
me faltas tú...
Aunque te halle en cada rincón,
tras cada esquina...
Aunque te encuentre en el viento
o subrayando el Sol...
Aunque escuche tu sonrisa,
la alegría de tu alma...
Aunque note tu piel contra mi pecho,
tus dedos entrelazando los míos
o acariciando mi espalda...
Aunque me acompañes
en cada sentir y mirada...
Porque ni la imaginación
está a la altura de crear
ninguna sustituta que te haga fe...
Ninguna copia
para que no te eche en falta...

No sé

No sé si son tus ojos,
tus labios...
O tu cuello... Mi perdición...
Porque me perdía
en cada pedacito de ti...

Rafael Alberti: El ángel ángel

Rafael Alberti: El ángel ceniciento

Rafael Alberti: El ángel desconocido

Rafael Alberti: El ángel de los números

Contigo...

Contigo me atrevo
a practicar un deporte extremo
de vertigo y alto riesgo de infarto
como el Amor...

Cartas Perdidas

Puedo escribir al amor
cien cartas, mil, un millón
y no echarlas a tu buzón...
Perderlas...
Usar una botella
y la mar por cartero
siendo tu dirección el cielo...
Aviones de papel
y al viento por jinete
los días de lluvia y tormenta...
O escribir en la orilla
antes de que suba la marea
para que borre las pruebas...
Y no lleguen a tus ojos...
Pero
seguiría escribiendo al amor...
Te seguiría escribiendo a ti...
Y entregándote mi corazón...

Ilusión

Si me giro me topo con tus ojos.

Si pestañeo despierto en tu mirada.

Y dicen que estar loco es estar enfermo

cuando tu ilusión reconforta mi alma...

Ni Yo

Sé amarte... 
Sé amarte me digo...
Y repito frente al espejo...
Pues sé alejarte del olvido
y llevarte siempre conmigo
o a ir contigo, de polizón.
Incluso aprendí a ser feliz
si lo eras tú,
aunque la Luna
estuviera más cerca del Sol
que nosotros dos...
Y me digo que sé amarte...
Que sé amarte...
Quererte sin quererte...
Cuando no lo creo ni yo...

Julio Cortazar: Todo hay que volver a intentarlo

Jaime Sabines: Sitio de amor

Eeva Kilpi: Dime si molesto

Pequeño

Quiero volver a ser
un crío entre castillos de arena,
un mocoso jugando con palos
y piedras
con la imaginación al mando...
La mano tras la ventanilla
surcando el viento
y la sonrisa de oreja a oreja.
La bicicleta dibujando senderos
y nuevas aventuras.
El pequeño
en un mundo para gigantes...
Aunque aún lo soy...
Pero con tantos años, se ve raro
que sueñe como un enano...

Emily Dickinson: Pequeñez

Como Presente...

... Porque quiero
te amo.
Y no es una deuda con el pasado.
No es un capricho
ni una escaramuza sin intención.
Ni la herencia de un muerto
o la cruz de un condenado.
Es un presente a mi corazón.
Un sentimiento
entrelazado con mis latidos.
Una voz perenne
que no conoce la caída en Otoño
ni el invierno gélido,
que no cuenta los años
y tararea siempre nuestra canción,
aquella que elegí yo
y no me atreví a sacarte a bailar.
Que me hace sonreír.
Que cala, mi piel desde el alma.
Que necesita la luz del Sol,
porque amar
no cabe en el pecho de nadie...
Desborda...
Y busca la forma de entregarse...
Y te amo
pues quiero,
porque fue mi elección
entre el olvido y tu bello recuerdo...
Como presente a mi corazón...

Te Abandoné

El día que te hice poesía
te abandoné...
En manos del destino...
Porque te hice cielo,
oración, plegaria, rezo...
Porque entregué el alma,
el corazón
sin pedir nada a cambio.
Nada, que no quieras
darme
como se dan las verdades.
Como te entregué (a) la poesía,
como te abandoné
en manos del destino...

¿Qué Quieres?

¿Qué quieres tú?
Que yo, no sé querer
y quererte aun menos.
Que hice un trueque
hace años
y entregué el corazón
al Amor, por sentir
y dejé
la ambición a un lado.
Que querer(te) duele
y amar(te)
no hace ningún daño.

Temblé

Cuando supe de tu mirada
me tembló el pulso,
me tembló el alma.
Cuando vi tus ojos
se me encogió el pecho
y sentí un nudo en la garganta.
Me sentí adolescente
y náufrago
que disfrazaron de pirata...
Y he tragado lágrimas
callado
viendo mi burbuja en pedazos
y mi corazón sin voz
sin musa
sin inspiración
en un mar de palabras secas,
de silencios de invierno,
de poemas sin poesía...
Por supuesta empatia
con sabor a vergüenza escénica.
Por dejar de creer en mi
y escuchar la fe de otros.
Por darle la razón al mundo
cuando soy de barrio.
Por dar de frente y en el blanco
con los tres y cinco pies del gato
sin buscarlo...
Pero debo renacer
de entre la ceniza
con el perdón a mi espalda,
con la culpa muerta y enterrada
por un sentimiento prestado
que me hiere
por capricho
sin tener que ver conmigo
ni con el amor
que solamente quiero compartir
por sentir
que merece alas y no olvido...

Costumbre

Ya es costumbre no sorpresa.
Una certeza antes de verte.
Que mi amor por ti es fénix
y resurge de sus cenizas
con un solo roce,
con soñar contigo,
con nombrarte,
con tu silueta por espejismo.
Y es costumbre no sorpresa
que mis labios no se concentren
entre hablar y querer besarte,
entre que dicen y que no hacen.
Como, también,
es costumbre y no sorpresa
que después del día anochezca,
que la hoguera quede en ceniza
a orillas de las estrellas
y la mañana amanezca desnuda
del fatuo fuego sobre la mar
que despierta cada vez que te ve,
cada Luna llena,
que se vuelve a encender,
a encapricharse...
Otra vez... Una vez más...
Sin sorpresas a la costumbre.
Sin sorpresas tras mis ojos.
Sin sorpresas a que siento por ti.
Acostumbrado a tu luz en mi raíz.

Ofrendas

No tengas en cuenta mis poemas
como parte de nuestra relación.
Que si los sumas
también cuentan los sueños contigo,
los insomnios, el suspiro,
la rabia contenida,
la mirada perdida, la sonrisa al alba,
los atardeceres sin Sol,
la lágrima, el abrazo al viento,
los gritos, el murmullo, el silencio,
los naufragios en el fondo de un vaso,
el beso
que nunca pudimos darnos...
Y todas
las horas que te llevé de la mano...
Que te llevé, enamorado, en los ojos...
Sin quedarte vida, para ningún otro...
Que en los sueños el tiempo vuela
y en los poemas no evejece.
Que cuenta doble, triple, por siempre.
Que una línea
puede ser una vida con alma propia
y un verso un latido eterno
si se escribe, y entrega, de corazón...
Que mis poemas son ofrendas
al cielo, al infierno, a la tierra
no un nudo entre nuestros mundos,
aunque en ellos me ate a ti, Amor...

Sin Buscarte

Un ángel cruzó mi camino
y me dijo:
Ama.
Y desapareció como vino.
Sin decirme cómo
sin decirme a qué
o a quién.
Sin darme un por qué
para amar.
Sin más palabras.
Y busqué
el cómo, el qué y el por qué
pues a quién,
lo encuentro, sin buscarte...

Cuando Duelas, También

Hay mucho llanto,
demasiado adiós
afligido por el amor.
Hay poemas de más
para olvidar
y no oír el corazón.
Donde también te veo.
Donde te cruzas
conmigo
sin decir nada
sin quitarles la razón.
Sin pelear.
Sin el siempre por final
entre tú y yo...
Y huyo,
y me escapo,
y me oculto
a su palabrería seca,
a su esperanza ausente.
Lejos
de donde no somos.
Lejos
del no a soñar
y firmar la eternidad
cuando no besa la piel,
cuando cae la noche
a solas
y pesa, y duele querer...
Porque cuando hieras,
rosa del cielo
sin desvestir de espinas,
también
quiero poderte amar...

Hace Siglos

Deberia haber nacido hace décadas,
hace siglos,
antes de la poesía, las canciones,
los mitos y las leyendas de amor...
Porque me pesa,
o, tal vez, sea a mi teatral otro yo,
no poder escribirte nada nuevo,
nada que no se haya dicho,
que no pensara otro enamorado
con tinta, pluma y papel,
con manos inquietas
y la noche, sin un abrazo, por digerir.
Aunque luego, sereno, pienso
que viviría en un mundo sin ti,
demasiado pronto.
Que no vería tu nombre tras el Tú
de cada poema, de cada oda al amor.
Qué no tendría sentido
nada de lo que leo o bailo a solas...
Que no sentiría que nos conocemos,
que te amo
desde hace décadas...
Desde hace siglos... En cada tú y yo...
Que siento nosotros... Nuestro...

Juan Ramón Jimenez: Ante mí estás, sí.

Sustos

Hay mañanas que despierto sin ti.
Días que no te veo.
Días que no te encuentro.
Qué no te escucho en el viento,
en mi aire, con cada respiración
cuando abro al desnudo los ojos.
Y me asusto,
por si te he olvidado,
por si has huido de mi corazón.
Desesperado.
Como el niño perdido en la sombra,
en medio del bosque negro
en noche sin Luna.
Y te busco.
Absurdo.
En el baño y detrás de la puerta.
Bajo la cama, en cajones, entre sábanas.
Tras la cortina, a través de la ventana.
En los ríos de asfalto y piedra.
En el multicolor del cielo.
En la nube temprana.
En la mirada casi dormida del Sol.
Hasta que suena a tiempo un recuerdo.
Y suspiro aliviado, salvado del susto,
al oír tu voz...

Gabriel García Marquez: Si alguien llama a tu puerta

Necesario

Perdóname
por ser mi blanco preferido
pero para mi es necesario amar
y sé del Sol y la Luna,
del amanecer, el ocaso y las estrellas,
de la lluvia, la marea y el viento,
de la primavera y el invierno,
de la música y la poesía...
De muchos pequeños amores,
tantos como colores o flores...
Pero Tú...
Eres AMOR con todo mayúsculas...
Y te necesito...

Ángel De Sombra

Llegué a conocer al Ángel de Sombra
bajo mi propio pellejo
sin saber de él.
Sentí propio el demonio de Alberti,
el filo amargo entre dientes
de una espada triste
que deja su vaina los días oscuros,
que reposa su ira en otros hombros
como, Amor, los tuyos...
Aunque no quiero ser como él
que acepta
los "Retornos del Ángel de Sombra",
que pierde para vencerse y aniquilarse
en un ciclo eterno de furia y calma
ciego,
"queriéndote
en medio de las lágrimas subidas
del más injusto y dulce desconsuelo".
Porque suena a pretexto,
porque "así soy" no justifica nada.
Y torpe, lento, creo que aprendo,
para en la guarida bajo mi piel
mantener cautivas sus negras alas,
su lamento,
y merecer la serena felicidad
que desea mi alma
sin volver tras un despiadado despertar
que deje cicatrices en otros ojos,
que siembre ira y no esperanza.

Pablo Neruda: Cuántas veces, amor, te amé sin verte...

Fernando Pessoa: He pasado toda la noche sin dormir...

Fernando Pessoa: Si alguien toca un día a tu puerta

Ni Suma Ni Resta

No cuenta
ni suma ni resta
para la cruz de la conciencia
aquello que yo quería y tú no,
aquello que tú querías y yo no,
pues ser nosotros es eso,
ser Tú,
ser Yo
y no pedir permiso ni perdón
tranquilos de corazón...

Fernando Pessoa: En la gran oscilación...