A veces,
cuando abraza la noche,
cuando respira el silencio
suena una canción,
una caricia sin dueño
que recorre entre estrellas el cielo,
que se deja caer en mi oído
y besa mis recuerdos contigo,
da palabras a nuestra historia,
a la aventura de tu compañía,
al latido que reza tu nombre,
y espero,
y oigo,
y pienso sin distancia,
como si fuera un instante nuestro,
como si tú olleras lo mismo,
una respuesta del destino,
una razón para continuar el camino
o para guardar algo de esperanza
y siembra sueños en mi pecho,
y dibuja la sonrisa en mi rostro
aunque faltes en mi vida,
aunque no estés
porque ese extraño momento
es sólo entre nosotros.
"La poesía no necesita adeptos, sino amantes" Federico garcía Lorca