y persigo el sonido de sus letras,
busco el origen... En cada estrella,
en el manto del sueño azabache,
en labios de la Luna,
en la magia de un parpadeo fugaz...
Aunque no suene tan lejos,
aunque el eco con tu nombre
que surca el cielo
nazca de las súplicas de mi pecho,
de la voz del corazón
que esconde la mano
pero sé
que tiró
la piedra que rompió el silencio...
Tu nombre a la noche... Sin voz...