que me eches de menos,
que la vida giré
entorno a si estás detrás
o delante
como consecuencia
del dicho al hecho
que una vez fue
y dejó sin labrar
el camino que andó...
Ni tampoco necesito
que juegues la última carta
de la penúltima baraja
pues voy
a ojos de serpiente
que nada tiene que ver
con tu As, Reina, sota y diez
que buscan Rey
del mismo color
para ascender
en la escalera real del placer
que pierde y gana,
y cobra la apuesta
por igual
al derecho o del revés...
Y mucho menos
necesito
que estés ahí
cuando no quieres estar
y el esfuerzo se te paga
diez a uno
cada vez que pierdes
y me dejas marchar...
Así que ya sabes
que no necesito...
Que no te necesito...
Aunque reconozco
mi simpleza,
mi humanidad
frente al prohibido
que no necesito
ni escarmienta de ausencia
aunque las arenas
de tiempo sin verano
sean más
y el recuerdo una fugaz
perspectiva del universo...
Porque no llego al halo
ni mis cuernos tienen punta,
tanta punta,
para pasar de normal
y besar el cielo
o arder en el infierno
coronado de fuego y maldad...
Pues soy mortal...
Y la muerte hará el resto...
De lo que no es capaz
el olvido bajo el firmamento...
