en la mente difuminada
del Sol al atardecer,
del baile incondicional
de la reina y la primavera...
Y vuelo
libre
de pecados y cumplidos
en la voz de la respiración
con vistas al mar
de la inspiración
de sabores sin dueño
y los colores en armonía
con la luz del universo...
Y me pierdo
con rumbo,
rumba
y algo del ritmo
si me lo encuentro
enredado al son del viento...
Y me hallo
entre la mirada perdida
de la voz de la naturaleza
en ecos del silencio...