con lo visto y aprendido,
con lo desaparecido
en el camino
qué copaba a sus anchas
la laguna de la retina,
no quedará recuerdo
para la fecha y la agenda
de los negociadores
sin futuro
con la descendencia en vilo
observando
al mundo
y disfrutando deprisa,
a todo trapo,
sin remordimiento
por si no aguanta
otra torta,
otra decada
el planeta
a la necia pero inteligente
(o eso creemos)
humanidad...