20 de mayo de 2020

Y Punto

No voy a desmentir tus mentiras.
No voy a corregir tu perspectiva de la vida.
No me queda tiempo
y he buscado,
la verdad, algo suelto en los bolsillos
para dedicarte al menos un adios,
que no me nace y siento viejo ya
gracias a ti.
A la distancia que pusiste entre tu voz
y mi corazón.
Porque el miedo no es por na mi apellido
ni a piel corren los cobardes
a los que duele el final.
Y ya no bailo.
Y ya no rimo
porque jugaron al plato con las musas,
con el recuerdo... Perfecto.
Y quise
quedar en paz sin disparar al viento,
dejar morir el pasado sin entierro
a cuestas con el muerto
sin dedicar ni una misa, penitente,
infectado por no digerir la mala leche
que dió de beber a mi mente
la mirada caprichosa de unos ojos,
la mirada caprichosa que me hiciste ver.
Y quise
mediar entre el cielo y el infierno,
diplomático
con más de infierno que de cielo.
Sordo, mudo, ciego... Bobo. Necio.
Pero no soy de hierro ni pretendo
y toca operar.
Extirpar las esquirlas de tus balas,
lucir con orgullo la cicatriz
de haber sobrevivido
y con carácter retroactivo
decir Adiós,
desintonizar 
con la emisión en abierto del viento
con aquello que no quiero sentir en mi,
con aquello que no quiero sentir de ti...
Y vivir... Vivir... Vivir...
Y punto sin más.