De Ti...

Todas mis partes
hasta las que decían que no,
que enfrentaban razón y corazón,
experiencia contra ilusión
se han enamorado de ti...

Movedizas

Es fácil caer en arenas movedizas.
Hundirse en firme
con los pies asentados en la tierra.
Ahogarse
despacio
en el abrazo instantáneo del mundo.
Objetar fuera de la opinión general
y que te engulla la masa.
Pero si te pica la nuez, la garganta,
la palabra
con algo de razón y seso...
Con algo que merezca la pena oír...
Según Tú y tu universo...
Según tu amor... Según tu rabia...
Habla...
Que se oye mucho más por menos...
Que en el diálogo, en la conversación
se apuesta el alma
no el discurso que más votos gana...
Que hay que escuchar y ser oído...
Que el interés principal de las aves
no es el mismo que el del delfín...
Que ver la vida con ojos nocturnos
te ciega a las luces del alba...
Que hay carnívoros y veganos...
Insectos y grandes vertebrados...
De secano y amantes del invierno...
Alérgicos a la primavera
que ríen a partir del final de verano...
Ciegos a los colores
que respiran la vida entre aromas...
Inmóviles tras cortezas sin tacto
a excepción del viento y su mano...
El lindo gatito y el canario...
Que la igualdad está entre equilibrios
con dos extremos
y algunas inclinaciones por medio...
Que no todos seremos lo mismo
pero si podemos respetarnos...
Que la humanidad dice tener juicio...
Y siempre es mejor sumar
que restarnos...
Ya que todos arrastramos pecados...

A Medias

Me gusta seguir el recorrido de tus medias,
desde la línea de tus pisadas
al encaje
que une suspiros a los deseos clandestinos.
Y perseguir la voz a través de tu cuello
desde que te nace en el pecho
hasta que vibra
en el aire entre tus labios con aroma a beso.
Y me gusta
perderme en tus ojos
tanto como atarme a los bailes de tu cintura,
como abrazar
todo el universo con mis dedos a tu espalda.
Porque me gustas y mi piel lo nota.
Porque mi corazón se acelera contigo cerca.
Y está muy claro, que desbocas mi alma
si te toca
si te piensa...

Asfixia

Si me callan
que sean tus labios.
Si me asfixio
que sea con el dulce de tus besos...
Por favor...
Que mi alma habla por los codos.
Que sueño despierto entre palabras.
Que soy de monólogo y conversación.
De arrebatos improvisados
mojados en tinta.
De guiones de espejo u horizontes.
De líneas sueltas, de puntos abiertos.
De cielo e infierno...
Y asfixia.
Y ahogan
los nudos de corbata y compostura.
El blanco silencio...
Cuando rebosan los colores
y el negro siempre da tanto juego...
Cuando el papel es un lienzo
que aguanta otoños e inviernos,
el cálido polo y el glaciar desierto.
El Amor, el odio,
los miedo, la vergüenza y los rezos...
Y asfixia
la melodía de la lluvia en el viento,
el picado de la marea sin orilla...
Cuando la palabra es una bocanada
que acepta tormentas y pesadillas,
primaveras en flor y toda la fantasía.
El grito, el susurro, los suspiros,
el eco, la plegaria, el ruido.
Los fantasmas, piratas y muertos,
los enamorados, mendigos y reos...

La Paz

Estar en paz
también da
para no tener nada que decir.

Gana

Sólo el Amor sincero
gana de corazón y con razón...
Incluso cuando no quiere ganar,
cuando dejar el juego es lo correcto
y el olvido la última partida.
Cuando no sobrevive nada,
cuando sólo queda aferrarse al aire
y suspirar el último latido.
Pues no apuesta,
no tiene la victoria en la mano,
en ningún as bajo la manga
y solo juega cartas
con ganas, luz, voz,
resignación,
aceptación,
verdad
y de vez en cuando
mucho descaro y muy poca vergüenza,
porque no sabe perder,
porque el Amor sincero sabe que amar
es igual a ganar...

La Primera Campana

Aún no toca
la primera campana.
Aún no suena el viento a madrugada.
A la oración insomne
de sueños despiertos.
A la plegaria muda
en ojos
del balcón de la noche...
Y espera...
Y calla...
Al frente de la fila del destino.
En el umbral de un nuevo principio.
En la penumbra
que da sentido y vida a la luz del alba...
Y enmudece...
Y aguarda...
Entre bambalinas de las estrellas.
En el rincón de un paraguas sin cielo.
En el extremo de dos nudos.
Al final de la voz del silencio...
El primer tañido...
La marca del comienzo...
El beso... En alas de los sueños...
El empecemos
la siguiente página del calendario
sin recuerdos de las doce lágrimas
que cerraron en pasado el ayer...
La señal del hoy...
La primera campana...
El presente
con tiempo y latido frente al mañana.

La Dama

Desnuda frente al miedo.
Sin la debil armadura de las lágrimas.
Tras la espada de la luz.
Ella.
Desata la plegaria celeste,
la odisea de los corazones insomnes,
la batalla en ojos del Amor...
Hipnótica,
como ninguna, en nombre de todas,
como rostro de las voces del alma,
acurrucada entre estrellas
sin fronteras de mar o tierra
sin distancias
en su mirada sabor a carmín y plata...
Con sus guiños sabor a poesía.
Entre bailes de ida y vuelta.
Llena, de profecías con esperanza.
Nueva, inocente frente a la sombra...
Mi Luna... Tu Luna...
La Dama que une nuestras orillas...

Frente Al Mundo

Fuiste poeta de viento y marea,
de versos del silencio bohemio,
de rimas en boca sin moscas...
Pastor de flores y aromas
en caminos de polvo y olvido
entre rebaños de primavera...
Recolector de nubes y lluvia,
de Sol, estrellas y Luna,
de sueños, plegarias y tormentas...
Tras el pecado de la vergüenza,
entre los nudos de tu vieja lengua,
de tu joven inocencia...
Pero se hicieron adultos los años
y el miedo arrugas...
Y empezaste a dejar de temer,
a escribir el horizonte en blanco,
la laguna del cielo,
el desierto reseco de tus labios...
En besos con piel a abrazo,
en nostalgias con cruz y misa,
en lágrimas de arena y sal...
Con palabras en manos del aire,
con voz a océano.
Disimulando frente al espejo.
Decorando la verdad.
Reencajando el ayer.
Bueno, malo y lo que jamás fue.
Tras el sueño.
Reo
de la sonrisa que bebe tu alma...
Honesto al corazón...
Vivo, frente al mundo desde dentro.

La Historia

Contaré la historia
en primera con sabor a tercera persona,
en un singular plural,
con lengua ciega y ojos mudos,
con la sonrisa entre los labios
y la verdad oculta entre mentiras,
entre metáforas cogidas con pinzas,
en guiones de teatro y puesta en escena,
en tinta
sin saña
desbordada del alma en voz de la orilla...
Y puede que sea tu historia,
la línea del discurso de tu vida
o la mía...
La vieja plegaria de un libro en sueños,
el susurro de un desconocido,
la ira viperina del Diablillo
o la fe del inocente...
La realidad prestada de una mirada,
el subconsciente de un despierto,
el latido de un muerto
o el silencio en la garganta del mundo...
Y puede ser su historia
y no la nuestra...
La de otro...
La de ellos o vosotros...
La de Ella...
O la de nadie con pedazos de todos...
Pero en mi lengua ciega y ojos mudos...

Cristina Peri Rossi: Distancia Justa